Quedan tres semanas y media para el comienzo del campeonato nacional de Liga y el R. Madrid no ha completado la plantilla aún. Esto no es muy recomendable pero tampoco es definitivo. Pero esta situación no es más que una consecuencia del verdadero problema de los blancos. Y es un problema serio: su presidente ha decidido recuperar la filosofía de los galácticos.
Es lo que suele pasar cuando un club tiene como presidente a un tipo como Ramón Calderón. O como Joan Laporta. O como Florentino Pérez. Simplemente son presidentes que gestionan el club pensando en sus intereses (ecónomicos, políticos, narcisistas…). Pero este artículo no trata sobre ellos, ni siquiera sobre Calderón, el gran culpable de la encrucijada donde se encuentra el R. Madrid a día de hoy.
El Madrid debía decidir este verano qué modelo escoger para subir de nivel. Y todo hace indicar que han elegido mal.
Casi todo el mundo coincide en que el R. Madrid es el justo campeón de liga de los dos últimos años, pero no es un gran equipo. Es bueno, el mejor de España, pero no tiene nivel para competir en Europa.
En un par de años han adquirido automatismos, sacado lo mejor de sus jugadores y recuperado el orgullo, todo ello basado en dos conceptos: la velocidad y la profundidad. Es la evolución de lo que hace poco se llamaba contragolpe. Y es el sistema de moda en Europa, repasad si no la última Eurocopa. A eso hay que añadir el peligro a balón parado, la llave para abrir partidos y esperar al rival.
En el Madrid de Schuster la clave es el triángulo formado por Diarrá, Robinho y Sneijder. Cuando los tres han estado en forma han generado el equilibrio defensivo y el desequilibrio ofensivo.
Ofensivamente Robinho se encarga él solo de una banda, permitiendo al lateral ayudar en el medio. Atrae a varios defensas, con lo que Sneijder juega mucho más suelto. Espacios en ataque. El resto de variantes ofensivas dependen de esa, como las subidas de Ramos y los 2×2 de los delanteros contra los centrales.
Sobre el equilibrio defensivo que aporta Diarrá poco hay que decir. Ayudas, recorrido, recuperación y juego aéreo. Cuatro en uno. Les guste o no a los peridiostas madrileños, el jugador de Mali es imprescindible, omnipresente.
Cuando faltaba sobre el césped alguno de los tres jugadores mencionados el juego de conjunto blanco (que no las individualidades) se resentía.
Pero antes hemos hablado de que el Madrid aún no es un gran equipo, debe pulir algunas carencias. Las más críticas son tres: la salida del balón, los laterales y la edad de sus delanteros. Y la única solución en los tres casos es fichar jugadores.
El ciclo de renovación del Madrid se iba a cerrar este verano, en su tercer año. Sólo faltaban tres jugadores de nivel mundial y estarían en condiciones de competir con los mejores de Europa: un mediocentro organizador, un lateral que fuera bien por arriba y un joven crack para la delantera. Sólo habría que añadir un central con proyección para completar una plantilla realmente competitiva. De hecho se empezó muy bien con el fichaje de Garay, un gran central a un mejor precio.
El desembolso total sería de unos 100 millones de euros. Lo mismo que se había gastado cada verano hasta ahora.
Pero claro, Ramón Calderón llevaba mucho tiempo sin oir su nombre en los medios. Todas las portadas eran para los jugadores y el entrenador. Y a eso hay que sumar la alargada sombra de Florentino, del que dicen que ya tenía un acuerdo con Cristiano. El precio, una locura, de las que le gustan a Florentino: 90 millones de euros.
Así que Calderón decidió que él ficharía a Cristiano Ronaldo, el jugador más mediático del mercado, desmontando la jugada a Florentino, demostrando a la afición que no tiene nada que envidiarle y apareciendo en los medios del mundo entero abrazado al crack. Probablemente piense que es el plan perfecto.
Y el sentido común que hay en el club es fácilmente contrarrestado por la prensa, otra de las grandes beneficiadas con este circo, animándolo. Apoyándolo. Convenciéndole de que el equipo va sobrado, es el campeón y la diferencia con el resto es considerable.
El resultado es el que todos sabemos: el Madrid denunciado a la UEFA por el Manchester. Robinho con un pie y medio fuera del club. Los jugadores molestos con el protagonismo del portugués. El entrenador enfadado por la falta de refuerzos y la desestabilización de la plantilla. Y el resto de fichajes de primer nivel, bloqueados. Todo esto con la pretemporada ya comenzada.
Al parecer el presidente cree que la llegada del portugués merece todo esto y más. No cabe duda de que es un gran jugador, posiblemente sería el pichichi y el Madrid haría más goleadas que nunca. Pero sería peor equipo.
Los próximos días son los más importantes de la próxima temporada blanca. El club tiene dinero y tiempo para reconducir la situación. Pero tiene que olvidar a C. Ronaldo y lanzarse a por el crack de la delantera hoy mismo. Mi consejo: Karim Benzema.
El resto de fichajes y las rondas en la Champions caerían por su propio peso.