No, you can’t

El poco menos que superhéroe, así como Presidente de EEUU, Barack Hussein Obama, se ha cubierto de gloria con unas declaraciones que, probablemente, no habrían sorprendido tanto de haber provenido de su antecesor en el cargo, pero que en boca de la habitualmente diplomática gran esperanza negra, llaman bastante la atención.

Tal y como recoge, entre muchos otros, el diario El País, en una reciente conferencia ante alumnos de la Universidad de Hampton, en Virginia, Obama criticó el bombardeo continuo de información que la tecnología ofrece. Su rápida amplificación unida a una dudosa veracidad, suponen un elemento de presión para el país y la democracia.

Con respecto a este primer punto, es evidentemente cierto que la era en que vivimos pone a nuestra disposición infinidad de webs en las que datos fiables se mezclan con meros rumores. Ahora bien, es igualmente verdad que la mayoría de internautas sabemos distinguir qué páginas gozan de una mayor credibilidad. Internet únicamente ha aumentado la oferta y la velocidad de acceso a la información, pero no se le puede acusar de ser la causa del falseo de la misma, el cual se lleva produciendo desde tiempo inmemorial en los medios de comunicación tradicionales, contra los que Obama no arremete. ¿O es que acaso hay un solo periódico, emisora de radio o canal de televisión que carezca de una orientación política predeterminada, presente de forma más o menos sutil en todas sus informaciones?

Por otro lado, no deja de resultar curioso que Obama cargue ahora de esta manera contra las nuevas tecnologías, cuando gracias al uso de las redes sociales, sms y su propia web, recibió cuantiosas donaciones que le permitieron financiar su costosa campaña electoral.

Pero ojo, porque el Premio Nobel de La Paz decidió culminar su discurso añadiendo que con los iPod, iPad, Xbox y PlayStation, que ignoro cómo funcionan, la información se convierte en una distracción, en una forma de diversión más que en una herramienta de emancipación.

Aquí el hombre parece dar a entender que aprender de una forma amena es un error, y para colmo reconoce no tener ni idea del funcionamiento de ninguno de los aparatos que nombra, con lo que difícilmente podemos considerar que hable con conocimiento de causa.

En cualquier caso, no es la primera vez que Obama ataca al sector del ocio electrónico, y ya en el pasado lo había responsabilizado de ser uno de los principales motivos del fracaso escolar. Irónicamente, este paladín de la coherencia ha realizado campañas de publicidad de su partido en numerosos videojuegos.

Pero… ¡un momento! Quizá me esté dejando llevar por un bombardeo tecnológico de información totalmente ficticia, tal y como el bueno de Obama ya advertía, y todas estas declaraciones no son más que un atentado perpetrado por miles de webs tan malintencionadas como irresponsables, unidas en una alianza encaminada a destruir no ya sólo la democracia, sino el mundo entero…